"Conejo Negro": Retrato de un hermano al borde del abismo

Desde "Ozark", sabíamos que Jason Bateman era capaz de interpretar maravillosamente a gente común y corriente, abrumada por los acontecimientos, aquellos que parecen tranquilos y se convierten en estrategas en la madurez. También sabíamos que era capaz de dirigir algunos de los mejores episodios de esta serie subestimada. Aquí, el antiguo niño prodigio de la televisión estadounidense —interpretó "La Casa de la Pradera" y al perdedor de "Arrested Development"— interpreta a un hermano torpe, siempre dispuesto a juntar algo de dinero, pero lo suficientemente entrañable como para ser perdonado por sus muchos tropiezos. Vince, un imán para los problemas, regresa a la vida de su hermano Jake (Jude Law), dueño del Black Rabbit, el restaurante más de moda de Nueva York.

Aunque este último representa el éxito para su séquito, su corte y la prensa, sigue endeudado para adquirir un nuevo establecimiento. Para Vince, que regresa tras un largo exilio en Nevada, la situación es aún peor: la mafia local, con la que estaba en problemas por una deuda de juego, pronto lo encuentra. Tras el fracaso de la venta de la casa de su madre, los dos hombres están ahora con cuchillos en la garganta y condenados a dar un buen espectáculo cada noche ante los clientes del restaurante.

La serie es tanto un retrato de hermanos al borde del abismo, que solo pueden sobrevivir arriesgando constantemente su destino, como de la ciudad de Nueva York, una vasta ilusión donde solo se existe si se tiene éxito. En esta ocasión, Jason Bateman dirige algunos episodios (los primeros), al igual que Laura Linney, la actriz que interpretó brillantemente a su esposa en "Ozark".

Cabe señalar de paso que el cocreador de la serie, Zach Baylin, escribió el guión de "The Order" (estrenada en febrero pasado en Prime Video), un thriller en el que Jude Law sobresale como un policía inflexible.